Hace ya más de tres años abrimos un pequeño hotel, justo en el centro de un tranquilo pueblo del interior de Mallorca. El hotel se abrió sin clientes o con muy poquitos y poco a poco la que debería ser tan solo la cafetería de los clientes del hotel, se fue abriendo al resto del público.
Primero timidamente abrimos los sábados por la mañana, luego poco a poco también los festivos, luego todo el fin de semana, hasta que abrímos las puertas de nuestra pequeña cafetería todo el día. Primero con poca variedad de platos, algunos pa amb olis, trempó, algunas ensaladas, sandwichs... Más adelante unos amigos alemanes nos dierón la receta del Currywurst y lo añadimos a nuestra carta. En verano nuestros platos eran bastante aceptados, pero al llegar el invierno todo el mundo prefería otro tipo de comida.
Fuimos pensando y sopesando las opciones que teniamos para ofrecer algo más consistente y más de todo el año, hasta que nos animamos a hacer creps, ningún sitio en Campos ofrecía la variedad de creps que nosotros teníamos, y ahora tampoco, más de 50 creps, dulces y salados. Así surgió la idea de dentro de la cafetería crear una crepería que abre sus puertas de jueves a domingo de 19 a 23h, mientras que la cafetería con sus variados desayunos, sus ensaladas y pa amb olis, abre todos los días desde las 10 de la mañana.
